Arco Iris

Para mi el Arco Iris representa la libertad, la diversidad y el colorido de la naturaleza, pero sobre todo simboliza la alegría de vivir. 

Aquí es primavera y las calles están vivas, repletas de luz y de brillo, llenas de gente yendo aquí y allá con sus vidas a cuestas.

Los sonidos de la ciudad me parecen menos agresivos, los tolero mejor y ya no me ponen de mal humor. Las personas anónimas me parecen menos grises, como si a pesar de nuestros encuentros efímeros, pudiera ver en ellas matices de colores.

En mi mundo, esta primavera ha llegado con agradables sensaciones que me cuesta describir puesto que son reconocibles, pero no del todo familiares. Me ha conquistado una nueva ligereza de espíritu, tengo la sensación de que floto un poquito, como si estuviera un poco más en el cielo y menos en las profundidades. Es un sentir que ha aparecido de un modo natural y que me aleja del miedo constante por todo. Es una percepción que me hace estar en el presente con mi carga aligerada y preparada para interactuar con el mundo, de una manera segura y despreocupada, sabiendo que todo va a ir bien.

Esta primavera también ha traído algo más de confianza en las personas, puesto que estoy aprendiendo  que lo que ha sido nocivo para mi, no tiene que volver a repetirse una y otra vez si yo no quiero. Soy la dueña de mi vida y no tolero faltas, aunque me haya pasado la mayor parte de mi vida consintiendo lo que me hacía mal y en consecuencia, dañándome a mi misma, perdiéndome el respeto una y otra vez.

No es fácil discernir entre lo que nos hace bien y lo que nos hace mal cuando nos han ofendido constantemente y no han respetado nuestra integridad como personas. Poder llegar a practicar el autocuidado y el auto respeto exige muchísimo trabajo y lidiar con ello, es a veces tan difícil como sobrellevar nuestras propias carencias y taras del pasado. Yo lo veo como una doble lucha, la carga emocional que llevamos con nosotros, más la labor de desaprender lo aprendido.

Poco a poco, pero firmemente se va desvaneciendo la pesadumbre que llevo en mi interior y que a veces, me paraliza y me hace sentir pequeña e indefensa y estar a la defensiva con las personas y con el mundo.

En el momento vital que atravieso, nada me representa más que el mensaje de esperanza que transmitieron nuestros niños con su pureza, durante el confinamiento por el COVID: 

"estamos tristes y sin libertad encerrados en nuestras casas, pero hay esperanza, el Arco Iris (la alegría de vivir) vendrá y todo saldrá bien".