Julia

Madre e hija viven en el mismo edificio, una encima de la otra. Julia no lo sabe, pero vive absolutamente pendiente de su madre, casi obsesionada con ella. 

Herminia es el verdadero nombre de la madre, en su casa, toda la vida la llamaron Herminita pero ella lo detesta porque no tiene clase, y desde sus 50 años se hace llamar Julia, como su hija. Eso la hace sentir más joven, más moderna y sobre todo, más unida a su hija, porque siente, en muchas ocasiones, que ésta la rechaza.

Madre e hija trabajan en el mismo negocio de la familia y viven prácticamente juntas. Solamente las separan unos metros de distancia durante los pocos ratos que descansan, porque son mujeres muy activas y ocupadas, trabajan fervientemente en todos los asuntos de la empresa familiar. Fuera del trabajo siempre tienen tediosas gestiones que hacer de esas que aburren a cualquiera, pero el deber es siempre más importante que el placer. 

Julia hija tiene dos niños pequeños. Se divorció de su marido cuando el mayor tenía 3 años y el pequeño solamente 1. Adolfo, su ex fue el que se quiso separar, se sentía ahogado por estar casado con dos mujeres, una que había escogido y otra que no, pero que venía en el pack.

Ambas comparten a Norma, la asistenta, una chica ecuatoriana que vive en casa de Julia hija. Ella cuida a sus dos hijos y hace las faenas de las dos casas. Norma es una mujer triste a pesar de su juventud, de esas personas que fuerzan la sonrisa y tienen la mirada triste. Es sumisa y callada. No tiene familia en España, solamente un par de amigas con las que se ve en su día libre. Norma tiene un hijo que vive en Ecuador, con su abuela. A ellos les manda dinero cada mes para mejorar la economía familiar y pagar la educación de su niño.

Julia hija siempre está muy preocupada por Julia madre a pesar de que esta es relativamente joven y tiene la vida resuelta. A la hija le inquietan los problemas de salud de su madre, la inestabilidad emocional y el gran  miedo que tiene a estar sola porque de alguna manera, siente que sus problemas le pertenecen también a ella. Julia hija le está muy agradecida porque le ha dado todo lo que tiene: estudios en buenos colegios, su bonito apartamento y un puesto de mando en la empresa familiar. Además, la ayuda con todo lo relacionado con los niños.

No sabe muy bien porqué, pero secretamente odia a su madre, no la soporta. Julia se siente muy culpable con ese sentimiento y por ello se esfuerza más y más en complacerla. Cómo es posible que le irrite tanto la persona que más la quiere en el mundo? Cuando su madre habla, le saca de sus casillas y muchas veces, su sola presencia le pone de mal humor. Otras veces, le da pena y siente compasión por ella, por ser tan frágil y necesitarla tanto. Julia hija se siente imprescindible para Julia madre y eso le pesa, pero lo peor de todo, es que siente que no puede ser ella misma, en su presencia.